Pasaron un par de días así y la sorpresa llegó cuando un día me entraron ganas de pipí de noche y me levanté para ir al baño. Hice pipí en en vater, tenía muchas ganas. De repente sentí una sensación muy extraña y me desperté con la entrepierna empapada. Había soñado que iba al baño y en realidad me lo había hecho en la braguita. Me puse muy nervioso porque además había salido tanto que había traspasado y estaba la cama mojada. Noté de repente cómo Hugo se despertaba así que me hice el dormido con todo el pipí acumulado en la entrepierna. No sé cómo pero me dormí y por la mañana abrí los ojos y vi a Hugo, a María y a mi tía delante de mi cama mirándome. Me sobresalté y recordé el accidente de la noche y me puse muy rojo. Mi tía me dijo:
-Buenos días campeón, parece que mojaste mucho el pañal eh? Venga! Vamos a limpiarte!
Yo me sonrojé aún más y mi prima añadió:
-Mamá, te puedo ayudar a cambiar al primito?
-otro día, tú hoy puedes ver cómo lo hago para aprender ¿Vale?